Primero pelamos el limón y lo cortamos en cuatro trozos. Les quitamos las pepitas y las partes blancas.
Ponemos el limón troceado, la leche y el azúcar en el vaso de la batidora y batimos hasta conseguir una crema fina, sin grumos. Probamos y si ha quedado muy ácido añadimos un poco más de azúcar.